miércoles, 23 de julio de 2008

Sobre el lenguaje del Chat

Si observamos a nuestro alrededor descubrimos la incesante actividad que desarrollan los seres humanos. Gran parte de ella se dedica a cuatro procesos básicos: hablar, escuchar, escribir y leer. El hombre ha transformado su acción en lenguaje y su lenguaje, en acción. Por otra parte, el progreso tecnológico ha traído un empequeñecimiento del mundo: vivimos en una “aldea tecnológica”. Y el factor clave para relacionarnos en este nuevo mundo es el lenguaje.

Lenguaje que resulta vital para asegurar nuestra supervivencia: el uso de la lengua materna nos da un sentido de unidad. Los que dominen mejor la lengua tendrán más posibilidades de desarrollarse e, inclusive, un mayor éxito social y profesional.

El lenguaje es un instrumento de representación del mundo y tiene, día a día, que hacerse cargo de las nuevas realidades de éste, por ejemplo: denominar nuevas enfermedades, nuevos hechos, nuevas costumbres, nuevos objetos. En estas nuevas realidades se encuentra una que ha sido desplegada por las novísimas tecnologías de información: la comunicación a través de Internet. Esta se da básicamente en dos modalidades: el correo electrónico y los sitios de chat (conversación).

Pero ¿qué es el chat? El chat es una sala de conversación virtual donde se encuentran muchas personas conectadas simultáneamente y dicha comunicación se hace en base a un código que presenta ciertas particularidades. Y es esta actividad --que se ha convertido en el pasatiempo favorito de los jóvenes, y de algunos no tan jóvenes-- la que despierta recelos en aquellos que están relacionados con la enseñanza de la lengua materna. Inclusive se han esbozado visiones apocalípticas acerca de este fenómeno, que proclaman desde un empobrecimiento hasta la total destrucción del lenguaje.

Lo interesante de esta nueva forma de comunicación es por qué cautiva a tantos adolescentes, por qué la establecen como vía preferente de comunicación por sobre otras, qué encuentran en este tipo de diálogo que les satisface mucho más que la comunicación interpersonal, cómo utilizan el código de la lengua para crear sus propios códigos. Hay muchas más interrogantes que merecen ser consideradas y estudiadas, pero generalmente las críticas y consideraciones se desarrollan acerca de la formalidad del código verbal; apuntando a que en el chat las personas escriben con faltas de ortografía (queja que se viene escuchando desde mucho antes de estas nuevas tecnologías), de que utilizan un lenguaje absolutamente abreviado, de que hay pobreza de vocabulario, de que por chatear no leen ( ? ) .

Me parece que el chat es un fenómeno interesante, ya que nos habla de distintas formas de relacionarnos, de distintas formas de conocimiento, de distintas formas de sensibilidad, de formas diferentes de códigos o de entrecruzamiento de códigos. Lo que nos debiera de asombrar es que a pesar de que es una escritura no basada en la gramática del lenguaje escrito, hay una perfecta comprensión, tanto del que emite como del que recibe, del contenido de los mensajes.

Creemos que la comunicación y el lenguaje del chat se maneja a través de códigos diferentes (lenguaje icónico y signos matemáticos) y que su desarrollo puede incidir o no en nuestro lenguaje, pero que esto depende en gran parte del usuario. De que éste sea lo suficientemente inteligente para saber discriminar entre las situaciones que le toca vivir y el nivel de lengua que tiene que utilizar. De hecho, el niño llega a la situación escolar donde recibe la enseñanza de la lengua materna en su registro formal, pero una vez en el patio de la escuela, o al volver a su casa, o al mirar un programa de televisión, o presenciar el comportamiento lingüístico del profesor en una acalorado partido de fútbol, percibe que hay más de una forma de hablar.

¿Cuál es la correcta? La que se adecua a la situación. Lo que se debe aprender es a reconocer la formalidad e informalidad de la situación comunicativa y a utilizar un registro de lengua que permita la comunicación; es decir, nos comunicamos en la medida en que el otro nos entienda. Cuando los adolescentes chatean y ocupan el lenguaje de esa manera se están entendiendo (a su manera) y eso es lo que vale, ya que nunca van a trasladar ese lenguaje a una respuesta de prueba escolar o examen escrito, así como tampoco van a responder en ese lenguaje a una autoridad o van a utilizar ese código para pedir un préstamo en un determinado banco para poder financiar sus estudios.

Hay que recordar que el lenguaje es un organismo vivo y como tal, cambia y evoluciona, ya que tiene que dar cuenta de los cambios culturales y de los diferentes contextos situacionales en los que el hombre se inserta en su constante quehacer.